Se enfrentará a España el próximo miércoles. Regresa a un país en el que estuvo a punto de jugar, pues su nombre llegó a ser relevante en el continente. Pero al igual que la espuma, su estela se fue disolviendo poco a poco entre las cañerías del olvido. Ahora nuestro protagonista, Wesley Sonck (de la generación de 1978), disfruta de un anonimato internacional en un de los grandes de su país natal, el Brujas.
Sonck es un delantero bajito, por lo que es una liebre. A su velocidad le añade un olfato de gol espectacular. Estamos hablando de un hombre que ha sido dos veces “pichichi” de Bélgica, una liga de un nivel aceptable. Busca bien el desmarque y es un revulsivo si juega como segundo punta. Las lesiones le impidieron mostrar al mundo su calidad. Pero en el Benelux, los defensas aún le tienen miedo.
Sonck se formó en el Molenbeek de su país, escalando pasos futbolísticos poco a poco. Más tarde recayó en ambos Germinal, primero en el Ekeren, y más tarde en el Beerschot, en el que ya comenzó a hacerse un nombre. Pero su explosión la encontrará en el período 2000-2003, enrolado en las filas del Genk. 67 goles en sólo 93 partidos, una cifra para echarse a temblar si el belga no hubiera tropezado tras sus éxitos.
Como es obvio, ahora eran muchos clubes los que luchaban por su fútbol. Entre ellos, estuvo a punto de recalar en el Córdoba, el Betis también lo intentó. Pero la calidad de este hábil delantero era carne de Champions, por lo que el Ajax pagó hasta cinco millones de euros por la estrella emergente del país vecino.
Aquí pondría el punto y final si este fuera un blog de jugadores estrellas. Porque Sonck jamás volvería a brillar. 10 goles anotó en su primer año en la Eredivise, pero su entrenador era un tal Koeman, al que no le gustan los “líderes de la plantilla”. Así que “ese a la calle”, no hubo más que hablar. Además Wesley sufrió una enfermedad renal que le tuvo el resto del año en la enfermería.
Al año siguiente lo ficha el Borussia Moenchengladbach, pero en la Bundesliga tampoco tendría mucha suerte. En ese mismo verano de 2005, Bouma le rompe tres costillas en un amistoso contra el PSV, terminando de cuajo con la segunda temporada en blaco del ya exprodigio del fútbol. En el último año en Borussia anotó 13 goles antes de volver a lesionarse. La última para de Sonck ha sido el Brujas, donde por fin está teniendo continuidad.
La historia de una joven estrella, borrada del cielo por las lesiones. 50 partidos y más de 20 goles, es el bagaje internacional de un hombre que estuvo a punto de ser Bota de Oro, y que el único oro con el que cuenta es con el del color de sus botas...
Wesley Sonck
12 de octubre de 2008
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7 comentarios:
Hola.
Veo que sabeis cuando hacer un artículo, en el momento perfecto, así en el partido podremos seguirlo de cerca.
Un saludo!!
El fútbol es injusto
Gran jugador era este sonck rapido y explosivo una pena que en el futbol a veces se estropeen grnades talentos.
Un Saludo.
http://ramon-todofutbol.blogspot.com/
que blog tan interesante haces.
Hola:
Ya te he agregado en los links de mi blog, http://lavozcolchonera.blogspot.com
Saludos
que lastima,me encanta este jugador.es muy rapido y muy inteligente,si se hubiera juntado con un tipo xavi o guti,estoy seguro de q hubiera causado estragos por aqui.lo de koeman no tiene nombre.una autentica pena lo de las lesiones tb.
Buen post como la media del blog. Pero más interesante es el punto de vista, el enfoque con que estan hechos.
Saludos.
PD: no entendí demasiado el mensaje sobre Nike, más bien hay dos posibilidades de entender a quien va dirigido.
Yo tampoco entendi ese mensaje con respecto a Nike, tú ya sabes donde.
Y tampoco entiendo por qué me pides un intercambio de links cuando hace ya varias semanas que te enlacé, quizás porque no prestas atención ni te interesas por los blogs ajenos.
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