Nunca se estuvo tan cerca de tocar la gloria. Su resbalón en el culmen de su carrera le costará caro. Al igual que la de su equipo, la suya ha sido una historia que va desde los límites que marcan el anonimato, hasta el fondo del mismo, de donde salir es más quimera que hazaña. Así le fue al Mónaco aquel glorioso y fatídico a la vez, año 2004. Y así le fue a Jerome Rothen, que vaga ahora por los vanos mundos del olvido, sin olvidar que no fue una lesión la que apartó del olimpo de los dioses.
Rothen fue apadrinado muy de joven por la banda izquierda del fútbol. Sin excesivo talento técnico, su zurda es de plata (la de oro habita en un anonimato mucho más trágico que del galo). Aunque no aporte un físico explosivo, sus diagonales como interior pueden resultar a veces “messiánicas”. Su tiro deja mucho que desear, pero no hay que olvidar que en su día fue uno de los mejores extremos del mundo, y no exagero...
El destino de Jerome era el de un jugador que sería siempre recordado. Al menos eso pensaba todo el mundo futbolístico en 2004. Ahora, a sus 30 años (generación de 1978), hasta e propio francés sabe que no volverá a tener otra oportunidad para lograr el sueño de todo futbolista europeo, la Champions.
Comenzó su carrera en el Caen, y pasó por el Troyes antes de fichar por el Mónaco. Eran rápidos sus progresos y a la edad de 25 años ya era toda una institución en Francia. Rotehn fue, junto a Morientes y Prso, uno de los referentes del conjunto que perdió la final de Champions de 2004 ante el Oporto. Parecía un camino hacia la gloria, pero el destino fue cruel y encerró a toda esta generación en un olvido muy espeso. Que se consumaría cuando el equipo de Montecarlo comenzó a bajar puestos en el fútbol francés.
Se le llamó el Beckham zurdo, no por su imagen de marca, sino por su fútbol. A Rothen aún le quedaba un pequeño intento de asaltar el estrellato. Estuvo entre los 23 jugadores que ganaron la Copa Confederaciones con “le bleu”. Pero nunca llamaba a su puerta un grande. El paso de los años hizo envejecer su autoestima. Su fútbol dejó de ser una bomba, se convirtió en un valls. Y ahora baila al ritmo del Paris Saint-Germain
Rothen fue apadrinado muy de joven por la banda izquierda del fútbol. Sin excesivo talento técnico, su zurda es de plata (la de oro habita en un anonimato mucho más trágico que del galo). Aunque no aporte un físico explosivo, sus diagonales como interior pueden resultar a veces “messiánicas”. Su tiro deja mucho que desear, pero no hay que olvidar que en su día fue uno de los mejores extremos del mundo, y no exagero...
El destino de Jerome era el de un jugador que sería siempre recordado. Al menos eso pensaba todo el mundo futbolístico en 2004. Ahora, a sus 30 años (generación de 1978), hasta e propio francés sabe que no volverá a tener otra oportunidad para lograr el sueño de todo futbolista europeo, la Champions.
Comenzó su carrera en el Caen, y pasó por el Troyes antes de fichar por el Mónaco. Eran rápidos sus progresos y a la edad de 25 años ya era toda una institución en Francia. Rotehn fue, junto a Morientes y Prso, uno de los referentes del conjunto que perdió la final de Champions de 2004 ante el Oporto. Parecía un camino hacia la gloria, pero el destino fue cruel y encerró a toda esta generación en un olvido muy espeso. Que se consumaría cuando el equipo de Montecarlo comenzó a bajar puestos en el fútbol francés.
Se le llamó el Beckham zurdo, no por su imagen de marca, sino por su fútbol. A Rothen aún le quedaba un pequeño intento de asaltar el estrellato. Estuvo entre los 23 jugadores que ganaron la Copa Confederaciones con “le bleu”. Pero nunca llamaba a su puerta un grande. El paso de los años hizo envejecer su autoestima. Su fútbol dejó de ser una bomba, se convirtió en un valls. Y ahora baila al ritmo del Paris Saint-Germain
11 veces internacional, Jerome se quedó a pocos pasos de ser uno de los escribas de la historia. Pero sus aspiraciones murieron en una final. A veces no sirve con tener oportunidades y aprovecharlas. A veces, más que un futbolista, hay que ser el líder espiritual de una afición. Y eso Rothen nunca lo logró...
5 comentarios:
No entiendo porqué dices que Rothen era un jugador sin excesivo talento técnico, cuando en realidad Rothen ha vivido siempre de su excelente golpeo de balón. Un extremo sin capacidad de desborde dada su lentitud y su poco físico, pero que llevó a estar a gran nivel en Monaco gracias a su precisión golpeo que aprovechaba para poner precisos centros y para marcar buenos goles.
Saludos!
Buenas,Rothen es un buen jugador que puede jugar perfectamente en nuestra liga,saludos!
www.atleti1903.blogspot.com
OK Sergio, sin excesivo talento. Me refiero a su falta de dribling, de chispa en el uno contra uno, de regate y centro. Rothen es más un jugador tipo Beckham, de centro al área, de llegada desde atrás y de desmarques enre líneas. Saludos y viva el fútbol.
Como dice The Gunner,Sergio;este jugador no tenía esa chispa que le hacía un ''Robinho?''.
Destacaba más por sus tiros y llegadas pero nunca por el juego técnico.
Un abrazo y te espero!
Qué Jaleo!! (Pinche aquí)
GRAN JUGADOR ROTHEN, Y TAMBIEN GRAN EQUIPO ESE DEL MONACO QUE SE FUE GOLEADO POR EL PORTO DE DECO EN LA FINAL DEL 2004, ESPEREMOS QUE AUNQUE SEA NO BRINDE PINCELADAS DE LO QUE ALGUNA VEZ PROMETIO SER Y NO FUE. MUY BUEN BLOG, TE INVITO A PASAR POR EL MIO.
http://fobal2000.blogspot.com
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